Entre los días 25 y 28 de mayode 2007 estuve en Suiza con Gisella (mi mujer) disfrutando de un viaje en tren por los Alpes en el Bernina Express (http://www.rhb.ch/berninaexpress/berninaexpress.e.php) entre St. Moritz (Suiza) y Tirano (Italia).
Salimos el jueves 25 por la mañana (no muy temprano porque aprovechamos para dormir un rato más de lo habitual) a eso de las 12. Llegamos a Pontresina, donde habíamos alquilado un apartamento por los 3 días, a eso de las 18. El viaje fue a ritmo tranquilo ya que por Suiza no se puede correr y el cachito que hicimos por Austria lo hicimos en atasco.
De camino al apartamento pasamos por la estación de tren de St. Moritz, que era de donde salíamos al día siguiente, para pagar y recoger los billetes para el tren que previamente (en navidad) habíamos reservado (bueno, en realidad los reservó Gisella... fue una sorpresa!!).
En la estación recogí unos folletos y estuve echando una ojeada al material que había en las vías. El viernes nos levantamos pronto, desayunamos y antes de las 9 de la mañana ya estábamos en la estación (el tren salía a las 9:41) y así aproveché para curiosear el material que había en la estación. Saqué fotos de todo lo que había allí parado (vagones y composiciones), o en movimiento (loco de maniobras) e incluso me gané un pitido por parte de un conductor de una loco que estaba parada por cruzar un vía muerta!!! Estos Suizos....
A las 9:41, puntuales como un reloj suizo salimos de la estación acomodados en un precioso vagón panorámico todo acristalado desde el que disfrutamos un precioso paisaje durante todo el trayecto. Tuvimos la suerte de que durante aproximadamente la mitad del recorrido no había nadie sentado en los asientos del otro lado del vagón, así que pude ir saltando de mi asiento al de al lado para sacar las mejores fotos. A partir de la segunda mitad, se sentó una señora con un perro y me daba cosa molestar al perro...
Durante el recorrido ascendimos desde los 1774 metros de altitud de St. Moritz hasta los 2253 metros del punto más alto del recorrido en la estación de Ospizio Bernina, pasando por un lago helado, unas curvas espectaculares y unos paisajes de ensueño. El descenso fue desde los 2253 metros del punto más alto hasta los 429 del final del recorrido en Tirano, pasando por al menos 8 curvas de 180º y superando unos desniveles impresionantes... eso hay que verlo para creerlo.
Ya en la estación de Tirano, hice un montón de fotos del variado material que había allí estacionado. Tres de las locomotoras de vapor que había allí paradas estaban en unas condiciones deplorables, la otra parecía engrasada y en perfecto orden de marcha.
A la vuelta, como no, las anécdotas. El tren que teníamos que coger salía a las 14:50, pero cuando llegamos a la estación había dos estacionados y como no podía ser de otra manera, nos equivocamos y nos metimos en el Bernina Express que iba a Davos. Por suerte, encontramos rápidamente al revisor y le explicamos lo que nos había pasado. El hombre, muy amable, nos dijo que nos bajáramos en la siguiente estación y que cogiéramos el nuestro.... eso si, los 10 minutos que duró el trayecto hasta la primera estación, nos sentamos en un par de sitios que había libres en un vagón de primera clase...
En la primera estación en la que paró nos bajamos, o mejor dicho, casi saltamos del tren en marcha por lo poco que duró la parada! y nos pusimos a esperar a nuestro tren; por supuesto, aproveché la pausa para sacar unas cuantas fotos de los vagones y composiciones que había allí paradas. Además, tuvimos la suerte de coincidir con unas maniobras de estacionamiento de vagones de combustible que los operarios estaban llevando a cabo.
Nuestro tren llegó puntualmente y nos subimos (o nos montamos en marcha, según como se vea... ) y ya nos acomodamos en nuestros sitios. En el viaje de vuelta, tuvimos toda la suerte de cara y la señora del perro se sentó en otro sitio y no tuve que andar molestando al pobre bicho (al perro me refiero!!!) para sacar todas las fotos que quise y alguna más.
Cuando ya comenzamos el descenso, de repente, en medio de una curva, entre dos estaciones y a unos 2200 metros de altura, el tren se paró. Al cabo de rato vino la revisora (una chica muy maja por cierto) y nos dijo que se le habían roto los frenos al tren y que se habían bloqueado, que no le dejaban avanzar.... menos mal! Con las cacho de pendientes que había lo "interesante" hubiera sido que hubieran dejado de frenar en lugar de bloquearse!!!.
Cuando ya me harté de sacar fotos del paisaje, aproveché para dormirme un ratito las siesta, que falta me iba haciendo... Al cabo de unos 35-40 minutos, el tren se puso de nuevo en marcha y pudimos llegar a la estación de St. Moritz sin más incidentes...
El sábado fuimos a Chur, un pueblo que está a unos 120Km de St. Moritz. De la ciudad, no tengo mucho que contar, Heidelberg es medio millón de veces más bonito... pero de la estación de tren si que puedo contar algunas cosas. En una de las 14 vías de las que dispone vimos una 460, en otra una Re 4/4 roja, ambas de la SBB y algunas otras composiciones del Rhätishce Bahn.
Había también una V60 de maniobras pero la muy cabr**** se movía de un lado al otro todo el rato y no tuve la oportunidad de fotografiarla, cuando yo llegaba al andén donde había estado trabajando, se iba y se ponía en otro andén... al final la metieron en el depósito y me quedé sin la foto...
El domingo ya nos volvimos para casa, pero de camino paramos a comer en Liechtenstein, que es n país muy chiquitito situado entre Suiza y Austria. Ni siquiera salimos del coche porque estaba lloviendo mucho. Nos fuimos después de comer en un mirador desde el que veímos casi todo el país...